El concepto del tiempo es muy extraño para mí. ¿Qué es el presente? ¿Qué es el pasado? No me interesan esas cosas.
Poco o nada he avanzado hoy en mi libro. Quedan pocos días para que se cumpla el plazo del concurso y no creo que llegue a tiempo. Aunque he estado pensando que tal vez no sea necesario ganar ningún concurso para ser alguien en el mundo de la escritura. No negaré que me haría falta el dinero del premio. Pero prefiero tener el reconocimiento del público, así que me tomaré con más calma la edición de mi novela.
Un amigo me dijo que no debo agobiarme con este tema que los más grandes nunca ganaron ningún premio, tiene algo de razón. Gracias, cuando el vodka y el ron hablan por ti dices cosas coherentes.
Ahora estoy a la espera de que algunas cosas sucedan y me he propuesto para este año sacar la edición definitiva de Xerhon-Ra (mi novela y próximo bestseller es broma) y editar y publicar para navidades mi segunda novela de un estilo totalmente diferente. Una novela realista donde los personajes son personas normales. Un drama como los que me gustan. De los que te hacen pensar y emocionarte.
En mis libros (al menos los que he escrito hasta ahora) sean del genero que sean, siempre le doy una importancia vital a los personajes. En mi opinión una buena historia depende de lo torturado que sean los protagonistas. Cuanto más complejo y raro sea el protagonista de mi invención más me gusta escribir sobre él/ella.
Bueno os voy a hablar un poco de Xerhon-Ra.
La historia nos narra en un principio la vida de Sten. Un joven asesino a sueldo que vive en Orwad la última ciudad humana en la Tierra, situada donde antaño estaba New York. El joven humano es el mejor asesino que existe, pero se ve torturado por una serie de extraños sueños que le muestran escenas de un campo de batalla contra unas extrañas criaturas y una enorme sombra que lo protege y le habla de Xerhon-Ra. Todo esto con la complicación de que Sten está amnésico y no recuerda nada de su pasado. Su memoria no va más allá de su despertar en la morgue de un hospital terrícola.
Después tenemos ha Madaá Bastet, una bella extraterrestre que su trabajo es cazar a los criminales más peligrosos del universo. Los cazadores son el último recurso de los gobiernos galácticos para intentar detener a los peores seres del universo. Madaá por su parte pertenece a los Ori’s una antiquísima raza que habita en lo que los humanos conocen como el sistema de Orión. Ella es la única de su raza que se dedica a tal profesión. Los Ori’s viven anclados en su pasado glorioso y ven a la joven Bastet como una descarriada oveja que no merece su atención.
Luego tenemos varios secundarios importantes como Sola, la vecina prostituta de Sten, ella intenta ser médico y se ha desplazado desde las colonias de la Luna a Orwad para intentar cumplir su sueño. O Nawibo el antiguo maestro de Madaá en ItRa planeta que orbita la estrella Alnitak. Nawibo es un Thot, una de las 17 razas que habitan Al Djebbar (Nombre nativo para Orión). Desde tiempos inmemoriales los Thot son la memoria de los Ori’s, los guardianes de la cultura y los pergaminos sagrados de la raza que llevo la luz del conocimiento a los mundos nacientes.
Bueno otro día os hablaré más sobre Xerhon-Ra. Ahora seguiré con el duro trabajo de la edición. Hasta más ver.
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